¿Qué esperar de este 2021 en el Cuerno de África?

Panorama de tensiones en Etiopía, Somalia y Kenia

La región del Cuerno del África atraviesa por momentos de dificultad política que hacen rebajar las expectativas sobre los procesos que se deben vivir en este 2021 y el próximo 2022. Si en Etiopía se ha sido testigo del incremento de las tensiones entre comunidades, y el posterior estallido del conflicto, en Somalia hay muchas expectativas respecto del proceso electoral que se celebrará a comienzos de Febrero. En Kenia, por su parte, la polarización política continúa su curso y tendrá como cumbre el referéndum constitucional de mediados de año.

La guerra en Tigray, o la expresión de los múltiples conflictos que afectan Etiopía

El 4 de noviembre se inició un conflicto armado entre el Gobierno de Etiopía y las autoridades de la región septentrional de Tigray, en el que se habrían producido centenares de víctimas mortales y graves violaciones de los derechos humanos. El primer ministro etíope ordenó el inicio de una operación militar contra las autoridades de la región septentrional de Tigray, fronteriza con Eritrea, gobernadas por el Tigray People’s Liberation Front (TPLF) en respuesta a un ataque cometido por las fuerzas de la región de Tigray contra dos bases militares de las Fuerzas Armadas federales etíopes (Fuerzas de Defensa Etíope, EDF por sus siglas en inglés) y el establecimiento del estado de emergencia por seis meses en la región. A raíz de esta ofensiva, se desencadenaron duros enfrentamientos entre ambas partes y una escalada del conflicto, provocando el desplazamiento de miles de civiles que huían de los enfrentamientos y la violencia desatada. El TPLF bombardeó el aeropuerto de Asmara por la más que probable colaboración de la Eritrea de Isaias Afewerki en apoyo de su nuevo aliado Abiy Ahmed. La ONU alertó que se estaba desarrollando una crisis humanitaria a gran escala. La población refugiada en Sudán procedente de Tigray ascendía a 50.000 personas a finales de año, y se estimaba en un millón las personas desplazadas en la región.Investigaciones revelaron la comisión de ejecuciones en masa de población civil en Mai-Kadra (suroeste de la región de Tigray) que podrían ser responsabilidad de las TPLF, según testimonios recogidos por Amnistía Internacional. La ACNUDH alertó que los hechos podrían ser considerados crímenes de guerra si eran confirmados. Además, alertó sobre informaciones relativas a arrestos y detenciones arbitrarias, ejecuciones y discriminación y estigmatización de miembros de la comunidad tigray. Un informe confidencial de la ONU señaló que las EDF se estarían encontrando con una fuerte resistencia en Tigray y se enfrentarían a una prolongada «guerra de desgaste» en la región que podría tener consecuencias regionales. Tras el ultimátum, las EDF llevaron a cabo la ofensiva sobre Mekelle, que aunque provocó numerosas víctimas mortales y cientos de heridos, las consecuencias en términos humanitarios fueron menores debido a la retirada de las tropas del TPLF de la ciudad, para evitar la confrontación en el núcleo urbano, situación que hubiera tenido desastrosas consecuencias, tal y como alertaron numerosas voces de la comunidad internacional.

Sin embargo, a pesar del apagón mediático en Tigray, diversas fuentes alertan de posibles purgas en la región por parte de los cuerpos de seguridad etíopes. El nombramiento de Abiy Ahmed como nuevo primer ministro a principios de 2018 propició importantes y positivos cambios a nivel interno y a nivel regional en Etiopía. Sin embargo, las acciones de Abiy para reformar el Estado etíope han desembocado en su debilitamiento. Le han dado un nuevo impulso a los movimientos nacionalistas de base étnica resurgidos durante las movilizaciones masivas iniciadas en 2015 por parte de la comunidad oromo que finalmente le llevaron al poder, así como fuertes resistencias de actores clave como el TPLF. Esta situación ha desencadenado una escalada de la violencia política por todo el país y el choque de trenes entre el Gobierno de Abiy Ahmed y el TPLF, agraviado por sentirse desplazado del poder que ha ostentado durante los últimos 30 años en el seno de la coalición gubernamental EPRDF ahora disuelta tras la emergencia de un nuevo partido, el Partido de la Prosperidad, en el que el TPLF no quiso diluirse.

Foto: Taylor Turtle | unsplash.com

El sistema de federalismo étnico en Etiopía, que en su momento fue diseñado para aglutinar una nación multiétnica, ahora está contribuyendo a su implosión, según diversos análisis. Sus defensores señalan la historia violenta previa a 1991 de un gobierno central coercitivo y argumentan que el sistema protege los derechos de las diferentes comunidades etnolingüísticas en un país diverso formado a través de la conquista y la asimilación, Los detractores argumentan que, debido a que el sistema estructura el estado según líneas étnicas, socava la unidad nacional, alimenta el conflicto étnico y deja en una situación de vulnerabilidad a las minorías en regiones dominadas por los principales grupos étnicos. Es imprescindible la apertura de un diálogo político para resolver las causas de fondo de los diferentes conflictos que afectan Etiopía y sumar a este proceso a las autoridades de Tigray para evitar que los agravios de esta comunidad deriven en un sentimiento secesionista que ahonde el conflicto existente.

Presente y futuro de Somalia: al-Shabaab y las elecciones de Febrero

Durante el 2020 persistieron las acciones del grupo armado al-Shabaab así como las operaciones de AMISOM y de EEUU contra el grupo armado, causando miles de víctimas mortales. Por otra parte, a pesar del acuerdo electoral alcanzado en septiembre de 2020, las tensiones entre el Gobierno Federal y los estados federados de cara a la celebración de las elecciones parlamentarias y presidenciales en febrero de 2021 fue en aumento, en paralelo al retraso en los preparativos para su celebración.

Al-Shabaab siguió siendo la principal amenaza para la seguridad y la estabilidad en un país al que se le sumó una triple crisis compuesta por la pandemia de la COVID-19, las langostas del desierto y las inundaciones. Al-Shabaab intentará desestabilizar la celebración de las elecciones, ya sea atacando unos centros de voto que, en aras de la promoción de la participación, se multiplicarán respecto a las elecciones previas, o ya sea intimidando y atacando a delegados y candidatos. Todo con el objetivo de reducir la participación y socavar su legitimidad e impactar en la formación de un nuevo gobierno.  El proceso electoral, en el que la población somalí y la comunidad internacional han depositado muchas esperanzas, podría salir enormemente dañado.

Kenia inicia la campaña electoral de las elecciones de 2022

Diferentes cuestiones han agravado la situación política y social en Kenia durante el último año, lo que podrían degenerar en un mayor deterioro de la situación en el país. El clima de violencia política y polarización ha ido en aumento de cara a las elecciones de 2022. El grupo somalí al-Shabaab sigue llevando a cabo acciones armadas en el norte y este del territorio keniata. Sin embargo, el 2020 será recordado por la pandemia COVID-19 y sus consecuencias que, como en otros países africanos, se ha reflejado en un grave incremento de la brutalidad policial.

Otra de las cuestiones más preocupantes de cara al 2021 es que durante 2020 fue en aumento la polarización política entre los partidarios del actual presidente, Uhuru Kenyatta, y su vicepresidente William Ruto, que se ha visto progresivamente marginado en el seno del partido y de las instituciones políticas por el primero. La carrera hacia las presidenciales de 2022 en Kenia se prevé larga, y la primera estación será el referéndum para la reforma constitucional en junio de 2021, que ha unido a Uhuru Kenyatta y al líder opositor Raila Odinga, a favor del referéndum, en contra de Ruto. En este sentido, el 25 de noviembre el presidente firmó el acta que pone en marcha el referéndum para la reforma de la Constitución en junio de 2021. A principios de noviembre, Kenyatta y el líder opositor Raila Odinga dieron a conocer la hoja de ruta para el referéndum, aliados contra el vicepresidente William Ruto. Los partidarios de Kenyatta y de Ruto se enfrentaron violentamente y de forma creciente durante la segunda parte del año.

(Tortosa, 1977). Politólogo y Máster en RRII, intento moverme en lo local teniendo siempre un ojo puesto en lo global. Creo que las guerras son una invención social, por lo que está en nuestras manos acabar con ellas. Interesado en los conflictos y los procesos de paz en África. Milito en la máxima de que el conocimiento tiene que ir de la mano del activismo transformador de carácter noviolento. Me quedo con las palabras de Walter Benjamin: “Es tarea más ardua honrar la memoria de los seres anónimos que la de las personas célebres. La construcción histórica está consagrada a la memoria de los que no tienen nombre.”

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