La vida de Josina Machel, heroína nacional de Mozambique y referente feminista poco conocido fuera de África, fue breve pero intensa.

La que moviliza y organiza a nuestro pueblo

Cartel que señala la intersección entre las avenidas Karl Marx y Josina Machel en Maputo, Mozambique | Foto: lucianf – CC BY 2.0

Mozambique fue de los últimos países africanos en conseguir su independencia. Excolonia portuguesa, la lucha por la liberación duró 10 largo años y coincidió con el declive de la dictadura de Salazar y la Revolución de los Claveles. O más bien dicho, las luchas anticoloniales en Mozambique y otros territorios contribuyeron al desgaste de la dictadura portuguesa. En el caso mozambiqueño, es paradigmático el compromiso de las mujeres por la independencia, donde la figura de Josina Machel es su principal referente.

Hija de una familia que valoraba la educación de las mujeres, Josina fue una estudiante excepcional. Ya en plena adolescencia, decidió empaparse de ideas políticas: “Los colonialistas querían engañarnos con su enseñanza; […] querían formar en nosotros una mentalidad pasiva, que nos resignáramos a su dominación” cuenta Josina en The Struggle for Mozambique. Empujada por las ideas por la emancipación, Josina frecuenta el NESAM (Núcleo dos Estudantes Africanos Secundários de Moçambique), donde encontrará los futuros líderes políticos del país.

Convencida de que sin las mujeres la independencia de su país no es posible, Josina se entrega en cuerpo y alma a la lucha por la liberación nacional. A los 18 años se une al Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO), el movimiento liderado por Eduardo y Janet Mondlane. De corte marxista, el FRELIMO tenía su base en la vecina Tanzania donde además de centros de entrenamiento militar también contaba con el Mozambique Institute. Sin embargo, Josina y otros estudiantes no llegaron a su destino y fueron detenidos y encarcelados de vuelta a Mozambique. Seis meses de cárcel y tratos brutales radicalizaron aún más a Josina que no se doblegó ante la autoridad colonial.

Josina Machel

Con apenas 20 años, Josina renuncia a una oferta para estudiar en Suiza para volver a Tanzania y quedarse en el Mozambique Institute, dirigido por Janet Mondlane. Pronto se convierte en un pilar del Destacamento Feminino, el centro del FRELIMO para el entrenamiento militar de las mujeres. El Destacamento Feminino fue fundado por numerosas mujeres que a pesar de no saber leer o escribir estaban determinadas a luchar por la liberación de Mozambique. El rol de Josina fue crucial para el desarrollo del Destacameno Feminino: se encargó de recorrer el territorio explicando a las mujeres la importancia de su participación, supervisó la creación de orfanatos y organizó y protegió los suministros necesarios para la guerrilla.

A medida que la lucha por la independencia se iba intensificando, el FRELIMO necesitaba aliados internacionales y a los 24 años, Josina fue nombrada Jefa de la Sección de la Mujer en el Departamento de Asuntos Exteriores del FRELIMO. Este cargo requería viajes internacionales en los que Josina hablaba de los derechos de las mujeres y las condiciones de vida de las mujeres en Mozambique. Esta exposición internacional coincidió con un gran momento en su vida personal. En mayo de 1969, Josina se casa con Samora Machel, guerrillero y futuro Presidente de Mozambique, y en noviembre da a luz a su hijo, Samito.

Sin embargo, un año después de ser madre, la salud de Josina se deterioró rápidamente. Murió el 7 de abril de 1971 por causas aún desconocidas (algunas fuentes apuntan a una leucemia). Su muerte, a los 25 años la convirtió hasta siempre en un mito, un símbolo nacional y un referente feminista. Josina no vio su país libre, pero centenares de mujeres siguieron su ejemplo.

Actualmente, el legado de Josina Machel sigue estando muy presente en su país y de hecho en Mozambique el día de la mujer se celebra el 7 de abril, en vez del 8 de marzo, para honrar el día de su muerte. Sin embargo la violencia de género persiste en todas las capas de la sociedad.

Hoy existe otra Josina Machel, hija de Samora Machel y su segunda esposa Graça Simbine (viuda también de Nelson Mandela). La Josina Machel actual también es un referente para la lucha feminista, en este caso contra violencia machista. Después de una violenta paliza por parte de su pareja por la cual perdió un ojo, Josina ha hecho de su tragedia personal una lucha colectiva. Será que el nombre de Josina predestina a las mujeres a luchar.

(Barcelona, 1987) Soy graduada en Relaciones Internacionales. No recuerdo el dia que empecé a interesarme por cuestiones africanas, pero creo que la culpa la tiene un mapa de África que estaba colgado en casa de mis padres. Allí empezó el gusanillo y cada dia aprendía el nombre de un país o una ciudad diferentes. He pasado por distintas universidades y ONGs, siempre con hambre de viajar y acumular experiencias nuevas. Algún dia estudiaré un doctorado, siempre que la maternidad me deje un poco de tiempo.

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