#AUKigaliSummit : de pasaportes y misiones

La Rwanda de Paul Kagame ha acogido hasta este lunes la 27a Cumbre de la Unión Africana, la primera que contaba con la presencia del Presidente de la República Saharaui, lo que provoco la ausencia del rey de Marruecos, Mohamed VI. Este, no obstante, ha anunciado el retorno de Marruecos a dicha coalición, llevando a 55 (todos los continentales mas Haití) a su cifra actual. En clave subsahariana, son diversos los puntos que merecen una especial atención.

Los nuevos rostros de la organización y su sostenibilidad

Entre las decisiones clave de esta cumbre esta las elecciones de los miembros de la UA, a saber al presidente de la Comisión, el vicepresidente, comisarios, así como a jueces del Tribunal Africano de los Derechos Humanos y de los Pueblos. Los candidatos presentados han sido la ministra de Relaciones Exteriores de Botswana, Pelonomi Venson-Moitoi, su homologo guineano, Agapito Mba Mokuy, y la ex vicepresidenta de Uganda, Specioza Wandira Kazibwe. Ninguna de ellas parece que vaya a suceder a la a la sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma en la presidencia de la UA.

La votación no ha alcanzado los dos tercios necesarios para elegir un nuevo presidente, por lo que esta se pospone a la próxima cumbre, prevista en Addis Ababa en enero de 2017. Uno de los principales motivos de este bloqueo puede proceder de la postura conjunta de los países del África Occidental, quienes han considerado que ninguno de los candidatos presentados está a la altura de los requisitos para este puesto.

Por otra parte, la cumbre ha adoptado el principio de un nuevo impuesto sobre las importaciones para financiarse ya que actualmente, el presupuesto de la organización panafricana depende esencialmente de las ayudas externas. Este nuevo impuesto del 0,2% se deberá aplicar a todas las importaciones de los 54 estados miembros de la Unión Africana, a excepción de ciertos bienes de primera necesidad, aunque la lista todavía debe precisarse.

Si se aplica, este impuesto debería reportar 1.100 millones de euros al año. Por el momento, el presupuesto de la Unión Africana, 707 millones de euros previstos para el ejercicio 2016-2017, sin incluir las operaciones de mantenimiento de la paz, reposa en un 73% sobre las aportaciones de donantes extranjeros: la Unión Europea, Estados Unidos, China y el Banco Mundial. La dependencia financiera de la organización africana de estos financiadores externos ha sido denunciada muy a menudo y una mayor contribución a nivel continental podría hacer cambiar sustancialmente los equilibrios y procesos en las tomas de decisiones.

Libre circulación y comercio en TODO el continente?

Si bien en la actualidad algunos países (Ruanda, Ghana, Mauricio o Seychelles) ya han adoptado medidas especiales para facilitar la concesión de visados a ciudadanos de otros países africanos, la cumbre de Kigali ha servido para dar un paso sustancial hacia el libre movimiento de personas, bienes y servicios por todo el continente, con el objetivo de consolidar la integración política y social del continente. Si bien de momento la libre circulación se aplicará a jefes de Estado, ministros de Asuntos Exteriores y a ciertos diplomáticos de alto rango, el objetivo es que en 2020 los ciudadanos de cualquier país africano puedan viajar por todo el continente sin necesidad de solicitar un visado, aunque para ello los Estados miembros deberán adoptar y ratificar lo antes posible la legislación necesaria.

Esta medida llega en un momento donde el modelo de la Unión Europea de asilo y fronteras está más en entredicho que nunca, lo que su fluida puesta en marcha sería un tremendo espaldarazo a la a la política africana, pero sobre todo al enriquecimiento de posibilidades de su población. No obstante, de la cumbre no han surgido ni un cronograma preciso ni una metodología de arranque. Es de esperar que no quede en vacío y que, a su vez, sea la propulsión del tratado de Libre Comercio, el cual, más allá del posicionamiento que se pueda tener, puede hacer cambiar las reglas del juego comercial en el continente.

Por el momento, un total de 26 países firmaron en junio de 2015 el mencionado tratado, conocido como La Zona Tripartita, quien incluirá a Sudáfrica y Egipto, las dos economías más desarrolladas del continente, así como a países dinámicos como Etiopía, Angola, Mozambique y Kenia. No forma parte, sin embargo, Nigeria, que tiene el mayor PIB de África, principalmente gracias a los ingresos del petróleo. El 12% de los intercambios en África tienen lugar entre países del continente, frente al 55% de Asia o el 70 % de Europa.

El coup de force contra el TPI

En paralelo a la celebración de la mencionada cumbre, el Consejo Económico, Social y Cultural (ECOSOCC) de esta coalición ha vuelto a condenar que el tribunal Penal Internacional solo ha tratado casos africanos desde su creación, en 2002. Este Consejo no representa la posición común de la UA, pero refleja de nuevo un sentir generalizado de estigmatización hacia el continente. Ya el pasado mes de abril recomendó que sus estados miembros se retiraran de este organismo jurídico, acusando además que la Corte está condicionada por la UE, quien financia el 70% del organismo, cuando el reglamento especifica que las contribuciones no pueden superar el 22.

Actualmente el Tribunal tiene abiertos 10 contenciosos y 9 de ellos competen al continente. Cabe recordar que durante la cumbre del año pasado, el TPI emitió una orden de extradición del presidente del Sudan, Omar al-Bashir, pero la propia UA no contribuyo a tal medida permitiendo al dirigente regresar a su país. Por su parte, los estados que se oponen a la retirada de dicho tribunal argumentan que tal acción les desprotegería ante eventuales abusos de derechos humanos.

Sudán del Sur

La nueva ola de violencia en Sudán del Sur, coincidiendo con el 5o aniversario de su independencia, ha sido uno de los temas centrales de la cumbre en cuanto a seguimiento por países se refiere. Un frágil acuerdo de alto al fuego ha servido para parar una sangría que ya se había cobrado la vida de 300 personas y había provocado el desplazamiento de más de 40.000.

Los líderes participantes en la cumbre han adoptado la proposición del IGAD en la cual una fuerza panafricana debería insertarse en la misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas (UNMISS). Esta fuerza de protección regional, emulando el modelo en RD Congo, pero con un mandato más robusto. Si bien esta decisión podría verse como un valor añadido a la ya existente fuerza onusiana, a falta de voluntad del presidente Kiir la hacen prácticamente inviable. A esta cabe añadir las disensiones internas en el seno de la IGAD, lo que puede resultar otro factor prolongador del conflicto.

 

AU

 

Foto: AMISOM

(Barcelona, 1982) Sociólogo que nunca ha ejercido, pero siempre cree pensar como tal. Esto de opinar siempre me ha costado; sigo la máxima que tenemos el doble de orejas que bocas. Abidjan la sigo sintiendo como una segunda casa y algún día confío en volver. De teatro, baloncesto, amigos, reír y hacer reír, mucho. Y sobre todo que no me arrepienta nunca de no haber intentado algo que quería. @albertcarames

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