Como ya os contamos en Africaye y hemos ido actualizándoos a través de las redes sociales en los últimos días, la activista ugandesa por los derechos LGBTI Kasha Jacqueline Nabagesera fue galardonada con el Right Livelyhood Award o Premio Nobel Alternativo, que recogió el pasado lunes 30 de noviembre en una ceremonia celebrada en el Parlamento Sueco, en Estocolmo.
«Lo acepto humildemente,
en representación de todas aquellas que han dado su vida
por los derechos de las personas LGBTI en Uganda y en todo el mundo«
En un discurso que evolucionó de lo formal a lo emotivo, Kasha le dedicó el premio a su compañero y amigo David Kato, también activista LGBTI y uno de los primeros homosexuales visibles en su país, asesinado en 2011.
Os dejamos con ella, en este video de su intervención [si solo queréis escucharla a ella, a partir del minuto 5.00] y podéis encontrar su transcripción y traducción al castellano bajo el video.
¡Salud y luta!
« El aclamado novelista nigeriano Chinua Achebe dijo una vez que no podemos pisotear la humanidad de otros sin devaluar la nuestra propia.
Yo creo en la posibilidad de un mundo en el que podamos reconocernos a nosotros mismos – ya a los demás- simplemente como seres humanos. Un mundo en el que nos entendemos y respetamos, en el que trabajamos unidos para romper las estructuras que dificultan el disfrute de nuestra libertad personal y el derecho a vivir felices y en paz.
Todavía falta mucho para que consigamos ese mundo que deseamos. Las personas LGBTI aún se enfrentan en muchas partes del mundo a amenazas, intimidación y discriminación, y los activistas que trabajan por la promoción del respeto de los derechos humanos parecen encontrarse con espacios cada vez más reducidos. ¿Qué hacemos nosotros, como personas, ante esta situación? como individuos y como sociedad, todos compartimos el mismo deseo de vivir en paz y ser libres. Es el momento de reafirmar y adherirse a esa característica básica y defender la esencia de todos los instrumentos internacionales que fueron creados con la intención de recordarnos cómo se supone que debemos coexistir pacíficamente como seres humanos.
Como individuos, tenemos el deber de vivir y dejar vivir, y debemos enfrentarnos enérgicamente a la opresión en todas sus manifestaciones. Estos es lo que mis compañeras y yo hemos tratado de hacer en Uganda. Es la razón por la que en el 2003 fundé la ONG Freedom and Roam Uganda – FARUG – para contrarrestar la homofobia en mi país y sensibilizar a nuestro pueblo sobre orientación sexual e identidad de género. Nuestras campañas utilizaron diferentes herramientas para alcanzar a cada segmento de la sociedad – por ejemplo, en 2011 la campaña Hate no more / No más odio alcanzó a los medios de comunicación con el objetivo de eliminar falsedades y tirar por tierra los mitos sobre las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. La campaña Break the Chains / Rompe las cadenas utilizó boletines para sacar a la luz experiencias vitales reales de mujeres LGBTI.
Tras abandonar mi puesto como directora de FARUG en 2014, lancé Kuchu Times, una plataforma que hace uso de la televisión, la radio, internet y medios impresos para informar a la gente sobre temas LGBTI. Dentro de esta plataforma se encuentra la revista Bombastic, lanzada en 2014 y financiada a través de micromecenazgos, en la que ugandeses y ugandesas LGBTI comparten sus reflexiones vitales. El objetivo de esta revista es el de transmitir una verdad muy simple – que todas somos más parecidas que diferentes. Bombastic ha sido descargado más de dos millones de veces. Con la firme convicción de que los espacios públicos deben ser disfrutados por todas y todos, continuamos organizando el festival Pride Uganda / Orgullo Uganda cada año, para reafirmar el simple mensaje consagrado en el Artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos – que todos los seres humanos han nacido libres e iguales en dignidad y derechos.
«Aún hay importantes desafíos,
pero hemos llegado demasiado lejos para rendirnos«
Aunque los esfuerzos individuales por la promoción y el respeto por los derechos humanos y convertirlos en una realidad para todas nunca serán demasiado, vuestro apoyo y solidaridad a nuestra causa es bienvenida. A lo largo del tiempo, en Uganda hemos conseguido fortalecer nuestra visibilidad como personas LGBTI, esperando crear un espacio seguro para todos. Aún hay importantes desafíos, pero hemos llegado demasiado lejos para rendirnos. A nivel continental, nuestra lucha ha asistido a una creciente tendencia de organización y movilización contra las prácticas represivas de las autoridades. Esperamos que esta tendencia no se extinga mientras no haya un reconocimiento de la indivisibilidad, interdependencia e indivisibilidad de todos los derechos humanos; desde los derechos LGBTI a otros derechos sexuales, reproductivos y de la salud, de los derechos de los inmigrantes y refugiados a el resto de derechos.
A lo largo de mi vida, y a pesar de toda la violencia y amenazas de las que he sido objeto, nunca he desestimado el uso de la ley y el sistema judicial para pedir responsabilidades a los violadores de derechos humanos y proporcionar medidas de reparación a las víctimas. Las sentencias de los juzgados han sido de ayuda para alcanzar a la opinión pública y poco a poco afianzar la idea de que las personas LGBTI también tienen derechos inviolables y garantizados por la Constitución ugandesa. Aún así, el tiempo y la experiencia me han enseñado que cuantos más aliados seamos capaces de atraer a nuestra lucha y mayor fuerza numérica podamos movilizar, más cerca estaremos de despertar las conciencias de la gente necesaria para alcanzar un cambio tangible y duradero.
Con este fin, me he unido a un buen número de coaliciones por el avance de los derechos humanos en Uganda, incluyendo el women’s movement / Movimiento de Mujeres, la Coalition of African Lesbians / Coalición de Lesbianas Africanas y la Civil Society Coalition on Human Rights and Constitutional Law / Coalición de la Sociedad Civil por los Derechos Humanos y la Ley Constitucional – que incluye a más de 60 organizaciones ugandesas por los derechos humanos. El pasado año me uní a 9 valientes compañeros en una demanda contra la Ley «antihomosexual» aprobada en febrero de 2014, que imponía mayores sanciones para criminalizar la homosexualidad y pisotear los derechos de las personas LGBTI. Nuestra demanda fue testigo de la anulación de esta ley por el Tribunal Constitucional de Uganda en agosto del 2014, gracias a un tecnicismo jurídico.
Aunque la sombra de la reintroducción de esta ley draconiana e injusta planea sobre nosotras, confío en que mis colegas y yo estemos listos para hacer frente a este desafío. Mientras tanto, continúo construyendo alianzas y ampliando nuestro movimiento por la justicia para todas; actualmente estoy trabajando con víctimas de VIH/SIDA y grupos de mujeres contra las provisiones recogidas en la Ley de Control y Prevención del VIH/SIDA de 2014 que estigmatizan a la comunidad LGBTI. Con la creencia de que nuestra lucha tiene un alcance global, a nivel internacional trabajo con el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, a nivel regional con la Comisión Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos en Gambia, y a nivel nacional con ministerios gubernamentales.
«No está lejos el día en el que la discriminación basada en a quién amas
también se quede atrás, en la papelera de la Historia«
Martin Luther King dijo que la fe es dar el primer paso incluso cuando no puedes ver toda la escalera… y que solo en la oscuridad podemos ver las estrellas. Amigos míos, la Historia nos enseña que los desafíos aparentemente insuperables hacia la igualdad – la institución de la esclavitud, la negación del sufragio femenino, el gobierno colonial y el apartheid – han sido disputados, cuestionados y rechazados. Creo que a través de las sentencias de los juzgados, de la presión política y la sensibilización de nuestro pueblo sobre el pleno significado de los derechos humanos fundamentales, triunfaremos. Y que no está lejos el día en el que la discriminación basada en a quién amas también se quede atrás, en la papelera de la Historia.
Quiero que sepáis que este premio le da coraje, fuerza y justificación a todos y todas las ugandesas que contra viento y marea trabajan por los derechos humanos universales. Lo acepto humildemente, en representación de todas aquellas que han dado su vida por la causa de los derechos humanos de las personas LGBTI en Uganda y en todo el mundo, especialmente mi amigo y compañero David Kato, quien fue asesinado en 2011 mientras trabajaba por un mundo mejor para todos nosotros. El cambio que perseguimos, solo puede ser alcanzado con tolerancia, entendimiento, un cambio de mentalidad, y la ruptura de todas las barreras de la igualdad.
Os invito a todas a uniros a mí y ser parte de este cambio.
Gracias.«