La crisis más grave de su historia como Estado independiente

Gabón: Inestabilidad poselectoral

Por el 14 septiembre, 2016 África Central , Política

El pasado 27 de agosto se celebraron elecciones presidenciales en Gabón. Cuatro días después, se anunciaba como ganador a Ali Bongo, aparentemente reelegido para ostentar un segundo mandato de siete años. Decimos “aparentemente” por las sospechas de fraude que pesan sobre Bongo, que habría vencido por un muy estrecho margen de votos (apenas 5.594) al principal opositor, Jean Ping, quien consiguió el 48,23% del escrutinio frente al 49,8% de Bongo.

Contestación social

Cuando la Comisión Electoral Nacional Autónoma y Permanente (CENAP) anunció el ajustado resultado el 31 de agosto, los defensores de Ping salieron a las calles a protestar por la supuesta derrota de su candidato. Al grito de «Ping Presidente» y “Nos han robado las elecciones”, los manifestantes fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad con granadas y gases lacrimógenos. Se produjeron disturbios en las principales ciudades del país: por supuesto en su capital, Libreville, pero también en Mouila y en Port-Gentil, segunda ciudad gabonesa por población y futura sede de la Copa África 2017…por ahora.

Por su parte, Jean Ping denunció que la sede de su partido había sido bombardeada por helicópteros y tomada por tropas de la guardia presidencial, la policía y mercenarios. En su defensa, la guardia republicana declaró que había entrado en el edificio para buscar a los «criminales» responsables del incendio en la Asamblea Nacional porque, según un portavoz, se «habían replegado» en la central de campaña de la oposición.

Algo que tampoco se ha aclarado es el saldo total de víctimas —entre detenidos, heridos y fallecidos— que dejan, hasta la fecha, estos altercados. Se habla, de forma imprecisa, de decenas de heridos y de entre 800 y mil arrestados en las manifestaciones, entre los que estarían altos cargos de la oposición. Respecto a las víctimas mortales, las cifras varían más. Desde casi el primer día, el Ministerio gabonés de Interior mantiene que han perecido tres personas. Mientras, la agencia France Presse (AFP) fija el total de muertos en siete y la oposición acusa al gobierno de haber asesinado a entre 50 y 100 personas desde el 31 de agosto.

Poder confiscado

Tournons la page (Pasemos página) es a la vez el nombre de un movimiento de la sociedad civil y un anhelo de parte de la población gabonesa que quiere alternancia en el poder y, por tanto, la marcha de Ali Bongo. No en vano, el apellido Bongo lleva ostentando el mando del país casi medio siglo.

Ali Bongo es presidente desde 2009 cuando su padre, Omar, murió, pero es que entre los dos han ocupado el sillón presidencial 49 años. Han sido décadas de gobernar con mano de hierro —sobre todo, el primer Bongo— y de sortear sospechas de fraude —el Bongo actual—. Porque esta no es la primera vez que la sombra de la duda se cierne sobre los hombros de Ali: ya en 2009 se equipararon sus resultados en las urnas a un “golpe de estado electoral”.

Ahora, todas las miradas se dirigen al Tribunal Constitucional de Gabón que tiene hasta el próximo viernes 23 de septiembre para pronunciarse sobre la validez del veredicto electoral. Nueve jueces participan en el proceso, aunque la mayor atención la concentra la presidenta de la Corte Constitucional, Marie-Madeleine Mborantsuo: Mborantsuo mantuvo una relación sentimental con Omar Bongo de la que nacieron tres hijos, hermanastros del presidente saliente. Sin embargo, los vínculos familiares no terminan aquí.

¿Uno más del clan Bongo?

Antes de presidir la Asamblea General de Naciones Unidas (2004-2005) y la Comisión de la Unión Africana (2008-2012), Jean Ping encabezó varios ministerios en su país desde 1990. Y es que fue próximo a los Bongo —especialmente, a Bongo padre— hasta hace apenas dos años, cuando abandonó el partido gobernante, el Partido Democrático Gabonés (PDG).  Y la cercanía no era solo política: fue pareja de la hija mayor de Omar y, consecuentemente, cuñado de su actual rival.

En este septiembre de incertidumbre, se ha culpado a Ping de hacer llamamientos a la huelga general y a “la resistencia por todos los medios”. Ya antes, durante los días previos a la proclamación de los resultados, el gobierno gabonés lo acusó de contratar a piratas informáticos para filtrar datos falsos en las redes sociales y caldear así los ánimos de la población.

Apagón informativo

Hablando de redes sociales, las de Gabón vivieron una forzada parálisis los días que siguieron al anuncio de los resultados electorales. Los cuatro primeros días de septiembre no hubo Internet en el país. La conexión volvió el lunes 5 pero solamente durante 13 horas, de la madrugada a la tarde. Esto lo sufrieron los internautas gaboneses sin recibir ninguna explicación ni por parte de las compañías telefónicas, ni por parte de las autoridades.

Al día siguiente de que empezaran los cortes, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, hizo un llamamiento al gobierno de Gabón para que restableciera de inmediato las vías de comunicación, destacando Internet, los mensajes SMS y las radios y televisiones independientes. Transcurridos dos días, lo volvía a pedir la diplomacia francesa. Sin resultado en ninguno de los dos casos.

No es la primera vez que un país africano bloquea los servicios de Internet coincidiendo con periodo electoral, ya ha pasado en Uganda, Burundi, Etiopía, Chad o República de Congo.

La esfera analógica de la comunicación también sufrió las consecuencias de la inestabilidad poselectoral. El periódico L’Union, cercano al poder, volvía ayer a los quioscos después de 13 días de ausencia.

Ali Bongo, quien dijo que “la democracia no es compatible con ataques a la televisión nacional” y que lidera un partido cuyo lema es “diálogo, tolerancia, paz”, no debería permitir censuras como estas.

La comunidad internacional

La Unión Africana (UA) no tardó en proponer el envío de una delegación de “jefes de estado africanos, acompañados por altos cargos de la Comisión de la UA y de Naciones Unidas” para mediar en la crisis. Esta misión se habría retrasado por la supuesta indisposición de su líder, el presidente de Chad, Idriss Déby, cansado tras la cumbre del G20 celebrada en China.

Por otro lado, tanto la Unión Europea como Francia y Estados Unidos han solicitado un recuento de los votos «colegio por colegio». Una petición que rechaza el gobierno de Bongo que, mediante su portavoz, Alain Claude Bilie-By-Nze, ha acusado a los observadores europeos de haberse sobrepasado en su cometido y de simpatizar con la oposición.

En los próximos días, pueden darse distintos escenarios. La Corte bendice a Ali y, aunque al principio su reelección sea contestada, acaba por olvidarse y asumirse. O no se olvida, la situación degenera y la comunidad internacional interviene. O, por el contrario, el Tribunal Constitucional invalida los resultados y da la victoria a Ping. ¿Bongo cede sin rechistar? ¿Se vuelven a celebrar elecciones? ¿Y si los dos antiguos compañeros de partido y cuñados llegaran a un acuerdo? Quién sabe. En Africaye seguiremos pendientes de lo que vaya aconteciendo.

Por lo pronto, nos quedamos con las palabras del ya ex Ministro de Justicia de Gabón, Séraphin Moundounga, quien dimitió estos días lamentando que «el poder no haya dado respuesta alguna a la cuestión de las necesarias garantías de paz y la no menos necesaria consolidación de la democracia».

 

Foto de portada: Silver Mba vía #Gabon D’abord !

(Gran Canaria, 1987) Periodista y comunicadora audiovisual apasionada por África Subsahariana. Máster en Culturas y Desarrollo en el continente vecino. Enganchada a las redes sociales, donde se me pasan las horas siguiendo la actualidad de casi todos los ámbitos. ¿Que qué temas me interesan de África? Uf, ¡¿cuáles no?! Todo lo artístico y social, lo relacionado con la mujer africana, la afrodescendencia, pero también las relaciones políticas y económicas, como la Françafrique y Chináfrica, y la implantación de las nuevas tecnologías.

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